sábado, 20 de octubre de 2012

Tierra y Agua


Para Daniel.

Y aquí estamos, nuevamente tú y yo andando las estaciones.
Vivir, crecer, servir y amar...como un disparo a la eternidad.
Todo eso lo hemos hecho, lo seguimos haciendo.

Te acuerdas cuando queríamos ser instrumentos de Dios?
Agradarlo en cada cosa que hiciéramos?
No se en qué momento nos perdimos de aquello.
O me perdí yo.
Discúlpame por perder la fe. Es incompatible con mi religión.

Sin embargo, seguimos juntos perdonando mutuamente las fallas.
Y el propósito sigue siendo vivir, crecer, servir y amar.
No es poco.

Pero no vine a decirte eso.
Vine a darte las gracias.
Gracias por la generosidad de tu corazón.
Me has sorprendido, como esa única flor en nuestro cerezo.
Gracias por leerme, por escucharme.
Por decir cada día que me quieres.
Por querer a los que yo quiero.

No importa que yo me haya perdido de Dios,
mientras me ayudes a vivir, crecer, servir y amar…
No importa si la vida es como una teleserie sin comerciales
y nos cansemos de sortear dificultades.

No me siento sola, no te creas solo.
Nos tenemos y para bien o para mal estamos juntos
viviendo, creciendo, sirviendo y amando.
Sabías que eres fuego y yo madera?
Te alimento, me consumes. Así tiene que ser.
Sabías que eres tierra y yo agua? Y que juntos hacen vida?

Ahora algo ha cambiado,
ya no gira el mundo a mi alrededor.
Terminó el tiempo de los lamentos.
Hay alguien más que nos necesita.
Te confieso que estoy triste, tengo miedo,
y que este es  un viaje que nunca quise hacer.

Por eso vine  a darte las gracias.
No podría emprenderlo si no hubiera florecido nuestro cerezo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario