domingo, 6 de enero de 2013

Amante


Me enamoro cada día, me enamoro en reversa, 
de amores que pasaron y se han ido. 
Me enamoro de recuerdos y olores, 
sonidos y voces 
y manos que tomé alguna vez, cuando era querido.

Me enamoro de mí, de lo que fui y de quien soy, 
de la firmeza y dignidad de mi andar por estos caminos tuyos, 
torcidos y empinados.

Me enamoro de cajones llenos de cartas, poemas, 
flores guardadas entre páginas de libros, 
cintas escondidas entre papeles que alguien escribió para mí, 
todos recuerdos que deseché cuando la euforia 
me llevó  a  pactar con tus ojos tratos que no debí.

Me enamoro de la memoria, 
que no puede ser borrada con ningún empeño, 
memoria en la que viajo a un tiempo en que amar era reír, era escribir, 
era ver y ampliar el mundo.

Mi soledad es grande, me desmorono de dolor.  
Pero cuando estoy a punto de caer me levanta suavemente el amante invisible, 
ese recuerdo de amores distantes, 
de historias imposibles de repetir, 
imborrables, increíbles, sorpresivas, novedosas, bellas.

Playas, campos, bosques, caminos, lagos, hemos recorrido juntos. 
Abrazos, besos, susurros, bailes, giros, juegos, siestas, han compartido los cuerpos.
Secretos, sueños, promesas, han compartido las almas.









2 comentarios: