miércoles, 5 de marzo de 2014

El Visitante

Hace unos días llegó a nuestro jardín un pájaro nuevo. Es más grande que un gorrión, de plumaje gris y su cabeza tiene franjas negras y blancas. Vive en los abedules y no tiene miedo de nosotros, nuestras voces o el humo de los cigarros.

Esta mañana lo observé largo rato mientras se limpiaba las plumas en un ritual hermoso, en la rama más baja del árbol. Le tomo un par de fotos y él permanece quieto. A veces me parece que me observa de vuelta. Baja al bebedero de madera que pusimos en un rincón del jardín, se baña o bebe. Camina por el pasto con calma, recorriendo el jardín completo y, a  veces, el borde de la  terraza.


Por primera vez no quiero que se apure el otoño. Temo que al caer las hojas el visitante se vaya.


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