Anoche soñé contigo.
Tu hermoso cuerpo saliendo
del agua,
todo cubierto de gotitas que
reflejan la luz.
Me acerco despacio y te
envuelvo en una toalla y un abrazo.
Tan real como fuiste real un
verano.
Me miras y me pierdo en ese
verde calmo.
Tu mirada me traspasa el alma
y de nuevo, como antes, me
parece que no hay mundo más que tú.
De nuevo, como antes, me
parece que lo dejaría todo.
Todo por seguir colgada de tu
cuerpo y sus gotitas de luz.
Tú, que tienes nombre y apellido,
que vives en alguna parte,
entre algunas gentes,
te presentas en mis sueños
cada cierto tiempo para que no te olvide.
Apareces y me doy cuenta que
tengo para ti una memoria aparte,
guardando tu cara, manos y
aroma con detalle.
Seguramente has, como yo,
cambiado.
Sin embargo, me visitas tal
cual fuiste ese verano.
Entonces, de pronto, anuncias que te vas.
Se que el sueño se termina y
te pido no me dejes.
No me dejes…
Ante la certeza de tu partida
me rompo.
Repito, “ven a buscarme”.
Awwwwwwwwwww
ResponderEliminar