martes, 31 de marzo de 2015

Chocolate caliente_En 100 palabras

Lo que más le gustaba de las vacaciones era, al final del día, tomar chocolate caliente frente al lago. Esa tarde el viento frío lo hizo entrar al café más temprano. Pidió chocolate y galletas. Tomó despacio dos tazas seguidas. El lago estaba inquieto. 

De pronto se vio en el desaparecido Café Santos, con su padre, muchos años antes. Cuando era niño y su viejo lo llevaba al centro. Las piernas colgando de la silla. La misma mesa donde su padre se sentaba con el suyo a hablar de fútbol. El mismo chocolate, la misma decoración. 

Pidió la tercera taza. 


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