domingo, 27 de julio de 2014

La voz en las manos

Ansío hablar, pero no nace sonido alguno de mi boca:
la voz viajó a mis manos, convertida en suave guante que toca el silencio,
tan mío que se ha vuelto amigo, costumbre, piel y hogar.

Desde que escribo no corro ni desespero,
desde que escribo me calmo y sereno,
modero y suavizo.

Desde que escribo, no temo.


3 comentarios:

  1. Los que escribimos, dibujamos sonidos.
    Los que nos leen, les dan voces distintas.

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  2. Que lindo esto. Escribir se transforma en una voz que traspasa los tiempos, perdura más allá de nuestra existencia, la voz se torna innecesaria y las letras se trasnforman en sonidos, no mueren, son eternas. Lindo, lindo. Un abrazo.

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  3. Sabía que uds entenderían, porque escriben
    abrazos a los dos

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